necessity- Billshido's love

miércoles, 21 de abril de 2010

domingo, 11 de abril de 2010

jueves, 8 de abril de 2010

A night to remember- Capi 2

Capitulo 2


La pantalla del televisor mostraba a un Bushido hablando animadamente con la presentadora. Sonreía y miraba a la cámara.
Tom miraba el programa desde el sillón, sin quitarle los ojos de encima. Estaba esperando a que el rapero dijera algo sobre su hermano. Cada vez que había una entrevista de él, la veía. Si volvía a decir algo sobre Bill, no se lo dejaría pasar. Ya bastante tuvo anteriormente como para aguantarle una más. Sin embargo, no decía nada. Pasaba olímpicamente por alto cualquier insinuación del tema, y tampoco lo sacaba él.
—Al parecer, este idiota ha aprendido a callarse.
—¿Cómo?—le preguntó Bill detrás de él, acostado en la cama de la habitación del hotel.
—Bushido. Que no ha vuelto ha hablar sobre ti todo este tiempo.
—Ah…si
Bill levantó sus ojos hacia el televisor solo por un instante. Volvió a mirar el celular en sus manos.
“¿Te apetece repetir?”
El mensaje había llegado la noche anterior y todavía no había respondido. Bushido le había estado mandando mensajes repentinamente toda la semana. Cómo había conseguido su número era un misterio, pero era lo que menos importaba. Una pequeña charla via sms un rato todas las noches. Bill respondía siempre, hasta que ese mensaje había llegado.
Repetir…bueno, no iba a negar que no lo quería. Cuando llegó el mensaje, se puso a pensar en lo que habían hecho y se había masturbado pensando en eso. Patético, realmente patético. Definitivamente quería comprobar una vez más lo bueno que era Bushido en la cama. Y saber que él quería lo mismo, le parecía halagador.
El tema era cómo lograrlo. Tom definitivamente querría explicaciones si de pronto Bill desapareciera del hotel sin decir nada. Y no podía decirle, “bueno, es que me voy a follar con Bushido, ya sabes”. Eso sería suicidio y era muy joven y lindo para morir.
—¿Qué miras tanto?
Tom se sentó a su lado de improviso y Bill cerró su celular.
—Tan solo un mensaje…
—¿Hmm? ¿Tienes alguna presa por ahí, querido hermanito?
Presa…qué manera de decirlo. Si tan solo supiera…
—Puede ser—le sonrió misteriosamente.
—¿Y qué es lo que pone?
—Que quiere repetir.
—¿Y tú quieres?
No le importaba hablar con Tom sobre eso. Tom había aprendido a superar las vergüenzas que tenía al principio, y ahora tan solo era un chismoso más. Bill sabía que si le decía que quería ir, habría una posibilidad de que Tom lo ayudara, pero a cambio de algo, seguramente.
—Pues…si, quiero.
Tom lo miró, un poco sorprendido. Pocas veces Bill aceptaba estar una segunda vez con la misma persona. Era igual a él: una vez y bastaba. De esa manera, no había malos entendidos.
—Así que…fue bueno—le sonrió pícaro. Bill se rió a carcajadas.
—Realmente bueno.
—¿Y entonces? ¿Para que tantas vueltas? Ve y deja que te abra el culo o como quiera que se diga en tu jerga.
Bill abrió los ojos, y se comenzó a reír más fuerte.
—¿Qué me abra el culo? Tom, deja de ver esas películas asquerosas que te atrofian el cerebro.
—Ya, si, pues como sea. Si quieres ir, ve. Yo buscaré una excusa con David. Pero una condición…
Bill suspiró. Ahí estaba, ¿no lo había adivinado antes?
—¿Qué quieres?
—Que me digas después quien era.
Tras un momento de silencio, Bill se incorporó.
—Tal vez te lo diga…en algún momento.
Se encerró en el baño para ducharse.
Más tarde esa noche, Bill se bajaba del auto que había rentado frente a un hotel. Con un gorro que tapaba sus largos cabellos negros, y, a pesar de ser de noche, se había calzado sus lentes negros. Sin embargo, se había vestido con su normal atuendo. Lo que temía era que algún paparazzi que estuviera por la zona lo reconociera y ahí sí que no sabría qué contestar ante las preguntas de su hermano. Ya sabía que Bushido se quedaba en ese hotel, lo había dicho en la entrevista de la mañana.
Apresuró el paso, y entró. Dio su nombre en la recepción y la mujer le entregó la tarjeta sin mirarlo. Tal como había dicho Bushido…
Subió por el ascensor, sin siquiera ponerse a pensar si esto era lo más correcto. Qué más daba, él estaba ahí, había dicho que si y quería probarlo. Cuando llegó al piso, introdujo la tarjeta en la ranura, sabiendo que era ahora o nunca.
Ingresó a la habitación tan impersonal de una manera segura, levantando la cabeza como bien sabía hacer. Bushido lo esperaba sentado en el sillón. Cuando lo vio, una sonrisa se dibujo en su moreno rostro. Una sonrisa de suficiencia. Lo observó acercarse hacia él, hasta sentarse en la cama que ya los esperaba a los dos.
¿Previas? No había momento para nada de eso, se necesitaban ahí y ahora, y cualquier otra cosa hubiera destrozado aquel momento de lujuria, lo hubiera impregnado con aquel aroma sentimentalista que ninguno de los dos quería. Bill se sentó, observando cuidadosamente al hombre frente a él, y comenzó a quitarse las botas. Sabía lo que él quería. Lo podía leer en su mirada. Las dejó caer con un golpe seco en el frío suelo de la habitación.
La sonrisa de Bushido solo se incrementó al ver como los delicados dedos de Bill se deslizaban sobre su torso ante el borde de su camisa. Todo de pronto se convirtió en un juego de striptease que ninguno de los dos había planeado. Cuando uno se quitaba una prenda, el otro hacia lo mismo. Bushido avanzaba hacia la cama como un animal buscando su presa, sin saber siquiera lo que le esperaba una vez que llegara allí. Pero, ¿qué importaba? La imagen que estaba luciéndose frente a sus ojos bastaba para que sus pies dieran los pasos necesarios para acercarse al cuerpo que le estaba haciendo perder la cabeza desde el primer momento que lo había probado. 
Finalmente desnudos los dos, Bushido acarició con sus dedos el torso del chico, haciéndolo estremecer. Esa blancura que ya había mancillado una vez, había vuelto para repetir un acto carnal que no debería ser permitido. Bill se mordió su labio inferior, cerrando sus ojos, al sentir las manos del mayor rozar su parte más íntima.
Con una fuerza que el mayor desconocía, Bill hizo que girara y quedara con la espalda apoyada, y el arriba. Comenzó a besar su cuello, dejando húmedas marcas mientras descendía. Una vez llegado a su miembro ya excitado, sopló primero levemente sobre él antes de pasar su lengua por toda su longitud. Bushido siseó al sentir esa bendita bolita del piercing. Bill siguió con lo que hacía y de pronto, lo introdujo prácticamente entero en su boca. Los minutos se detuvieron, las horas ya no tenían importancia.
Allí, dentro de esa habitación cara, lo único que se escuchaba eran los gemidos de un rapero conocido y los que, de vez en cuando se escuchaba, un andrógino con aires de diva. Nada importaba. Ni las apariencias, ni los comentarios fuera de lugar, solos ellos dos y el disfrutar del momento. Bushido acariciaba la suave melena del cantante, sin poder contener los gemidos de placer que cada lengüetazo le proporcionaba. Estaba por llegar al clímax, pero no era lo que quería. Apartó de un movimiento casi brusco el rostro del cantante, y obtuvo nuevamente el control de la situación.
A decir verdad, nunca le había gustado ser controlado. Era él que mandaba, no importaba qué situación fuera. Y esta no sería la excepción. Se deslumbró con la cara de lujuria que lo recibió al girar a Bill en la cama, de manera qué él estuviera encima. Si, ésa era la cara que recordaba. Aquella llena de pasión, de un deseo indómito que él quería conocer. Introdujo uno de sus dedos por su cavidad sin previo aviso, observando cada una de las caras que hacía Bill cuando rozó su parte más sensible. Tan solo verlo cerrar sus ojos hizo que su excitación doliera casi de una manera insoportable, pero sabía que podía hacerlo. Sabía que podía durar hasta el final, cuando finalmente pudiera ser capaz de correrse en él.
—¡Ahí! ¡Justo ahí!—le gritó Bill, casi desesperado al sentir que tocaba con su dedo aquella zona del hombre que lo había estremecerse del placer. Continuó introduciendo sus dedos, hasta sentir que ya estaba listo.
Aún así, con toda la preparación que le había dado, sacó del cajón de la mesita junto a la cama el lubricante. Bill se lo quitó de las manos para pasárselo él mismo por el miembro de Bushido. Una vez listo, lo penetró…al principio suave y delicadamente, para continuar con unas estocadas fuertes y bruscas. Sabía que Bill no se quejaría, lo había comprobado la vez anterior.
—Dios…Anis…—susurró Bill por lo bajo—Anis— se abrazó más al cuerpo del hombre, clavándole sus uñas en la espalda.
Al cabo de unos minutos, ambos terminaron casi al mismo tiempo, llenando la habitación de sus gemidos, tan distintos, pero sin duda placenteros.
Bushido se dejó caer sobre el cuerpo delicado de su amante esa noche, tratando de recuperar la respiración, sintiendo a su vez el corazón desbocado y la respiración agitada de aquel joven.  Una vez que salió de él, se recostó en la cama a su lado, quedándose los dos en silencio por un buen rato.
Bill no pudo más que suspirar al mirar la hora en su celular. Era tarde y debía volver, antes de que sospecharan que se había ido. Mañana tendría un día ajetreado y bien le costaría soportar el cansancio pero había valido la pena. Se incorporó en la cama y comenzó a buscar sus ropas, al tiempo que Bushido prendía un cigarrillo y lo observaba. Aún cuando no habían prendido una lámpara, la luz de la calle entraba por las ventanas y él podía observar la figura de Bill perfectamente.
—¿No quieres quedarte?—le preguntó casi sin pensárselo, en un obvio momento de debilidad.
—Mañana tengo trabajo—le contestó Bill sin mirarlo, ajustándose sus botas.
—Mmm…
Bill se giró y le sonrió, con esa sonrisa pícara que era tan propia de él.
—La próxima vez decidiré yo dónde y cuándo—se le acercó y le plantó un casto beso en los labios, antes de incorporarse de la cama.
Bushido sonrió.
—¿Así que habrá una próxima vez?
—La verdad…quién sabe.
Bill salió de la habitación y llamó al auto para que lo fuera a buscar. Después de quince minutos esperándolo, se subió, todavía sonriendo

viernes, 2 de abril de 2010




gracias a Sugar (THS) por ayudarnos con las fotos! ♥

jueves, 1 de abril de 2010

Stadt der Engel

Bueno, otro trailer...
esta historia la leí y me encanto..
Resumo:
Bill y Bu se conocen en los EMA '07, un año después vuelven a cruzarse en un photoshoot. Anis invita cenar a Bill, comienzan una relación secreta hasta que el 14 de febrero, luego e pasar la noche juntos, unos enemigos de Bu matan cruelmente a Bill (capitulo para llorar de principio a fin) Anis no puede superar esta tragedia, y obviamente se siente culpable..
La historia esta contada por Bushido mientras camina en la noche de Berlin intentando alejar su dolor, y preguntándose si Bill es, ahora, un angel (y menos mal q era resumen, sino seguía)


Videos tu.tv

Sei du mir das Messer- Trailer

Amo los trailers que hace esta chica.
Desgraciadamente, los fics están en italiano, pero para cualquiera que quiera darse una vueltita esta es la dirección: http://fictionaldream.iobloggo.com/296/